He descansado bien, siento agujetas de ayer. Así da gusto entrenar pues ya no recordaba esta sensación. Cada día me doy más cuenta de los dogmáticos que se están volviendo las personas que se califican como de izquierda. Negando estudios que vayan en su contra (no soportan la idea de que la inteligencia pueda no ser ambientalista o tener relación alguna, de que la mujer sea distinta al hombre o tantas otras cosas). He leído un tuit de Errejón criticando al Burger King por una oferta de trabajo que obviamente forma parte de una campaña publicitaria. O a uno de esos independentistas del Congreso calificando de expolio la devolución de patrimonio a Aragón, siguiendo sentencias favorables judiciales iniciadas hace más de 30 años. La masa, las sociedades están completamente idiotizadas y poca gente es capaz de hacer una reflexión crítica, un examen, sobre sus postulados.
Simplemente siguen un discurso puritanista que se acerque a sus deseos, no hacen ningún tipo de esfuerzo por aceptar la realidad. Lo más cómodo es negar lo evidente y vivir confortablemente en tu mundo idealizado sin cuestionar las ideas de uno mismo. Cada vez, veo más la mentira de todos estos postulados oportunistas y tergiversadores. Panda de inñutiles, no puedo sentir más desprecio, no por los pobres borreguitos, sino por los que, a sabiendas, incentivan todas estas pobres cualidades. Puedo tener muchos defectos, pero desde luego, el dogmatirsmo no se encuentra entre ellos. Soy un ser y eso implica experiencia. Movimiento. Cambio.
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