martes, 12 de agosto de 2014

La escritura en el Mundo Antiguo

 Siguiendo ésta buena costumbre de publicar trabajos realizados para la universidad en el contexto de completar algunas asignaturas del grado de Historia de la UCM paso a subir un trabajo que realice para la asignatura intitulada Arqueología del Mundo Mediterráneo. Asignatura que sin duda alguna aborrecí hasta la saciedad por no comprender esta asignatura en el contexto del grado de historia, no se malinterprete, me parece correcto que se den asignaturas de arqueología pero a la hora de ponerse sobre una balanza y decantarse por dejar más hueco en el grado prefieriría otra más de filosofía o geografía o lingüística y no una asignatura de relleno en la que se aprende bastante poco, muy pobre ya sea por el itinerario en sí o por la propia docente y que se aleja tanto de la realidad ya que aprendimos a clasificar vasijas y pocas cosas más.

 Claro que a otras personas les encantaría, más que nada a esos amargados que cursan Historia porque las nota no les dejó cursar arqueología, carrera de la que justamente nunca podré dejar de burlarme por ser esta una pura mierda, pero esto son cosas de otro orden y muy contrario al que quiero tratar hoy. El tema de hoy es la aparición de la esctritura, o lo que nos ha llegado de ella, en el Mundo Antigua, primeramente en Mesopotamia, Egipto, Grecia...etc. Sin más dilación señoras y caballeros, señoritas y truhanes, bellacos y bellacas, gente de bien y otra muy nobles personas aquí empieza el artículo:



Antes de entrar en materia debo advertir unas cosas; la primera es que el pasado no puede ser tratado desde el punto de vista plenamente material pues no funcionaban así las cosas en el pasado y muchas veces (como consecuencia de este análisis material) puede parecer que algunos hechos ocurran sin sentido. Aquí no vendría mal recordar que desconocemos por completo muchos sentidos y solo vamos a alumbrar uno en concreto y con no mucha luz, este es el sentido de la escritura y su tratamiento en el mundo antiguo. Aunque si bien es cierto que la escritura es algo material, no podemos dejar de lado que es algo que se debe interpretar, pues muchas veces aunque traduzcamos literalmente algunos textos (ya sean en latín, griego, quechua…o incluso castellano antiguo) no entendemos plenamente su significado porque la palabra es algo que la sociedad que la maneja da forma, por ello los idiomas y las palabras se actualizan porque muchas dejan de tener sentido en el presente. También debemos recordar antes de entrar en plena materia, que la escritura no lo es todo en una sociedad, a veces incluso no es nada porque no se da…y esto no quiere decir que fuesen más o menos desarrollados sino que simplemente no la necesitaban pues no es algo fundamental para el desarrollo de un sistema social. La escritura tiende a aparecer cuando hay necesidades de índole burocrático y a muy distintas fechas según la parte del planeta. Aunque la mayoría de gente puede pensar lo contrario, la realidad es que la oralidad ofrece bastantes ventajas frente a la escritura…aunque no entraremos en esto en el trabajo.
             
  El caso es que la escritura nos ha dado como resultado a nosotros, el ser humano de hoy en día o por lo menos en el contexto occidental que es dónde mayormente se desarrolló el Imperio Romano a lo sumo también el Próximo Oriente y por ello, objeto de nuestro estudio. Gracias a la escritura podemos conservar (otra cosa es la interpretación que se quiere dar) por ejemplo los textos de los filósofos griegos y romanos, o por lo menos una parte de ellos, los que se dejaron por escrito y por ello sobrevivieron al paso del tiempo hasta hoy en día, pero vayamos al origen de la escritura.
            
  Es cierto que la “escritura” podemos remontarla muy lejos en la antigüedad pero este es un tipo de escritura que no podía entender todo el mundo y que creaba una élite social conservadora y que se perpetuaba en el poder por tener en sus manos encerrada esa parte de cultura que se reflejaba en esta arcaica escritura, hablo de las lenguas escritas que no poseían alfabeto sino que cada signo se relacionaba con una idea y no con un sonido, estas escrituras son conocidas como cuneiforme, “cunei” en latín significa cuñas, escritura en forma de cuñas. La forma más habitual de escritura en Mesopotamia, que es de dónde vienen estos símbolos, eran las tablillas de arcilla que ofrecían múltiples ventajas como la perdurabilidad a lo largo del tiempo y la resistencia a incendios. Los textos más antiguos con que contamos en el registro arqueológico son los de tipo contable relatando transacciones, intercambios, contratos…de ahí que la escritura surja por una necesidad contable, burocrática, mercantil. Aunque luego también se desarrollaron otros saberes en la escritura como la Geografía, la Religión…etc.

1Tablilla de arcilla con cuneiforme, muy utilizadas en el Próximo Oriente para todo tipo de escritos.

             
     Se han encontrado varias de estas tablillas en la zona de la antigua Mesopotamia, sobre restos de palacios abandonados o arrasados, destacan los archivos de palacio pero también lo que serían las primeras bibliotecas, en este caso colecciones privadas del rey a disposición suya o de sus subordinados que conociesen la escritura como sacerdotes y escribas, estas últimas “bibliotecas” contenían documentos variados con otros saberes no puramente económicos, no se ha podido demostrar que hubiese comercio con estas tablillas por lo que se supone que se crearon por acumulación de copias de escribas. Es importante remarcar que también había tablas de madera escritas pero que por la composición del material (orgánico) no han sobrevivido hasta nosotros los textos. También las bibliotecas se creaban por expolios, es decir, por conquistas o requerimientos del rey para recopilar saberes y como anécdota añadiremos que como hoy en día, también había robos en estas primigenias bibliotecas como lo demuestra este texto de Asurbanipal que dice así: “La tablilla de arcilla de Asurbanipal, Rey del Mundo, Rey de Asiria, que confía en Asur y en Ninlil. Vuestra excelencia no tiene igual, Asur, ¡Rey de los dioses! Quien se lleve la tablilla, inscribe su nombre en lugar de mi nombre, que la ira de Asur y Ninlil borre para siempre su nombre y su simiente de la tierra”.

    Así que la respuesta del rey ante estos robos fue reforzar la vigilancia de la biblioteca y que se obligase a un oficial acompañar al lector que cogiese uno de estos “libros”.
           
    Sobre el otro gran imperio del Próximo Oriente poco podemos decir porque aunque conocemos relativamente su escritura y el material que utilizó poco conocemos directamente de Egipto, lo que más nos ha llegado ha sido a través de otros textos de viajeros griegos mucho después del auge del imperio ya que como escribieron en material orgánico (papiros) la mayoría de sus textos, pocos han sobrevivido al juicio del tiempo.
             
     Con los griegos y los primeros griegos, los micénicos, “sorprende” que los textos encontrados no fueran muy distintos de sus contemporáneos del Próximo Oriente, resulta que eran textos meramente administrativos sin la riqueza que años después creará esta región y es por lo que comentaba al principio de que la oralidad, aunque pueda parecer que no, ofrece múltiples ventajas a la expresión escrita; como puede ser los matices o expresiones que le añade el habla a la comunicación (que es imposible o muy difícil de añadir a los escritos), por esta razón se limitaron únicamente a crear escritos de registros (porque eran conscientes de la dificultad que había de plasmar toda la comunicación por un texto escrito y aún no contaban con la herramienta adecuada para hacerlo).

 El material de escritura era el mismo que en el Próximo Oriente pues los textos aparecían grabados en tablillas de arcilla aunque ahora en una escritura distinta, la escritura silábica…pero llegó el derrumbe de esta civilización por causas no del todo claras y cayeron las inmensas ciudades, cayeron los palacios colosales y también cayó la escritura con todo ese mundo que se desvanecía. Llegó la época oscura y hasta el siglo IX a.C. no hubo un renacimiento de la escritura, los griegos tuvieron que reaprender a escribir pero esta vez cambió de nuevo un componente en la escritura, esto fue un cambio revolucionario…se inventó el alfabeto y se relacionaron los sonidos con signos de forma que ahora la escritura era una cosa abierta y no cerrada como anteriormente a una élite burocrática y profesional como eran los escribas. Surgen dudas sobre porqué ahora sí se había creado esta escritura…es probablemente una pregunta que no podamos responder por lo menos en un futuro próximo porque aún nuestro nivel de comprensión dista mucho de hallarse cerca de la meta, la explicación más frecuente recurre a esa utópica teoría del progreso continuo de la humanidad…

Sea como fuere, como resultado de esto, la sociedad griega comenzó a hacer un uso de la escritura inédito hasta ese mismo momento pues se comenzó a intentar plasmar la oralidad en la escritura (aunque en un principio la única intención fuese la de reforzar el texto para su oralidad como refleja la Ilíada y la Odisea). Se empezó a escribir poesía, teatro, literatura, filosofía…etc. De aquí podemos remontar el origen del pensamiento “occidental” y el precursor y origen del actual sistema lingüístico y de pensamiento, es evidente por tanto que la aparición de esta escritura ha funcionado como motor de transformación social, ha sido determinante para la configuración de la sociedad tal como la entendemos hoy en día (pudo haber llevado tanto connotaciones negativas como positivas).
            
      Parece evidente con las pruebas que poseemos a día de hoy que la lectura y escritura fue algo muy difundido en Grecia así como la creación de escuelas dónde a los niños se les educaba y no a pocos, pues poseemos textos que indirectamente informan que en poblaciones rurales y a primera vista “pobres” poseían varias escuelas que bien puede ser que no alcanzasen un nivel muy alto pero sí construían los cimientos para el desarrollo del individuo.
           
      Pasando a cuestiones más prácticas el significado que los griegos y romanos daban a la palabra “libro” era distinto al que entendemos hoy en día; el uso de tablillas de arcilla en la época micénica ya lo hemos señalado, después de la “Edad Oscura” se utilizaron materiales distintos, el más utilizado para cosas sin mucha trascendencia eran fragmentos desechados de cerámica rota donde escribían (grababan) las letras con un objeto punzante, un estilete de metal seguramente aunque podría ser cualquier cosa que arañase, también podían escribir con pluma y tinta, a estos fragmentos cerámicos se les denominó “ostraka” de dónde deriva Ostracismo que se llama así porque los votantes escribían su voto en “ostraka” para expulsar de la polis a la persona con peor fama.
2Ostraka, utilizada como “papel-borrador” así como en votaciones de poca transcendencia

    También se constata el uso de tablillas enceradas que eran pequeños paneles de madera con una de sus caras recubierta de cera, la escritura se registraba sobre la cera con un estilete y podía ser borrada con suma facilidad mediante la frotación. Para textos que se querían conservar se utilizaba un libro. El libro era fabricado a base de tallos de planta de papiro; ya que ni el pergamino ni las pieles preparadas atrajeron a la mayoría de los griegos. El papiro se impuso en este punto y durante toda la Antigüedad será el material más usado en el Mediterráneo y perteneciente casi en monopolio a Egipto por poseer abundantes plantaciones de este material, favorecidos por el río Nilo.
             
     La producción del papiro es sencilla, de los tallos arrancados de la planta del papiro se hacían tiras largas y finas que se colocaban una al lado de la otra verticalmente y sobre ellas se pegaba otra capa de una segunda hilera de tallos horizontales, así se creaba una hoja y esta era introducida en una prensa y gracias al jugo natural de la planta las dos capas se unían. Claro está que así las hojas serían de distinta longitud y el papiro medio poseía unas veinte hojas de este tipo, cada una de un tamaño. El material para escribir sobre el papiro era una pluma de ave o algún tipo de artilugio de madera o hierro y la tinta consistía en una especie de carbonilla disuelta en agua.
            
      La forma de escritura en el texto eran columnas paralelas y la escritura era de arriba abajo, cada vez que se escribía una columna se enrollaba y desenrollaba una nueva parte del papiro y así mismo se leía posteriormente. No todas las obras se podían ajustar a la dimensión de un solo rollo así que se guardaban los rollos pertenecientes a la misma obra juntos en una bolsa o cesto, la subdivisión de estas obras era lo que se conocía como libros aunque hay que recordar que no podía mantener relación el número de libros con la longitud de la obra puesto que como hemos indicado más arriba el número de páginas y tamaño del papiro dependía de su fabricación así pues, puede ser que la misma obra escrita en rollos distintos ocupase distintas cantidades de espacio.


3Rollo de papiro, el material que triunfó en la Antigüedad y dónde están escritos algunos de los documentos más valiosos para los historiadores.



            Estos eran los materiales más usados, recapitulando: papiro, tablas de madera, tablillas de cera, cerámica descartada y piedra (cuando querían dar a algo un carácter más temporal como pueden ser unas leyes o algo respecto a la religión).
             
      La mayoría de los documentos y libros en un principio se compartían con el círculo del escritor pero a medida que fue creciendo y extendiéndose el uso del libro y la escritura fue aumentando la demanda de más y más creaciones así que se estableció primero en Atenas unos establecimientos que podemos comparar a las actuales librerías dónde copistas profesionales se dedicaban a reproducir obras para posteriormente venderlas. Desde esta parte vamos a dar un pequeño salto en el tiempo y el espacio para analizar el fenómeno de las bibliotecas que estaría relacionado con este nuevo fenómeno de adquirir libros.
          
    Aunque ya tenemos el precedente en la biblioteca de Asurbanipal, lo cierto es que la primera biblioteca de carácter público y la mayor de todas fue fundada alrededor del 300 a.C. Nos referimos a la biblioteca de Alejandría, la cual contenía toda clase de obras y en muchas lenguas distintas, de cómo se forma esta biblioteca no es tema que podamos tratar en pocas líneas así que lo resumiremos. Habiendo muerto Alejandro Magno su imperio se dividió y resulto que Alejandría calló en el territorio Ptolemaico, esta estirpe estuvo muy interesada en todas las ramas del saber, así que crearon la ciudad de Alejandría incentivando la intelectualidad y trayendo a grandes pensadores de la época, la culminación de todo este interés fue la fundación de la biblioteca. Para la adquisición de libros no se reparó en gastos ya que había un problema y es que la mayoría de libros que había en aquellas tierras no estaban escritos en griego así que tuvieron que recurrir a la compra en los centros culturales de Grecia; siempre se pretendían quedar con el más antiguo pues era el que se suponía más original por haber sufrido menos copias sujetas muchas veces a los deseos de los copistas. Se cuenta en total que debía haber una suma de más de 500.000 rollos, toda esta enorme cantidad de  papiro debería clasificarse de alguna forma y la elegida fue mediante unas etiquetas colocadas en los rollos de forma visible mientras estaban ordenados en la que figuraba el nombre del autor y colocado por orden alfabético. Antes de esta clasificación había una primera criba según la temática.    
           
        Pero todo este esplendor fue tapado una vez más (por causas hoy debatidas aunque todos concuerdan en el mismo problema) por la guerra, no se sabe a ciencia cierta cuál ni cuándo pero la biblioteca desapareció, la mayoría que por causa de un incendio provocado por altercados, conquistas, enfrentamientos…lo cierto es que se perdió cuándo a la dinastía y a la gente dejó de importarles, a veces ocurre mucho y aquél dicho debe ser cierto: “No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos”. Hubo otra biblioteca de mucha importancia también que surgió por la rivalidad con los Ptolomeo, esta estaba situada en Pérgamo, una dinastía cuyo fundador provenía de origen humilde, un simple administrador de uno de los generales de Alejandro.

 Pérgamo estaba situada en una colina y era una ciudad de fácil defensa así que el general correspondiente decidió enviar allí sus mayores tesoros para que estuviesen a buen recaudo dejando todo a cargo de Fileteros.

 Por sarcasmos de la vida esta zona fue invadida y Fileteros cambió de bando, la jugada le salió tan bien que incluso consiguió un pequeño señorío formado por el propio Pérgamo y sus fértiles tierras, sus sucesores convirtieron Pérgamo en una de las ciudades más hermosas de toda Asia Menor. Sucedió algo similar a lo que pasó en Alejandría y es que la estirpe gobernante se sentía atraída por los saberes así que los promocionaron de forma activa, se estima que su biblioteca tenía espacio de sobra para albergar más de 200.000 rollos.


Al parecer hubo cierta rivalidad y tensión con Alejandría por esta especie de competencia intelectual y por distintos motivos, el flujo de papiro proveniente del Nilo se cortó, así que los de Pérgamo tuvieron que tirar más de otros materiales también buenos para la escritura, como es el caso de las pieles de animales; de aquí se supone que viene el pergamino que no es otra cosa que un rollo pero realizado con la piel de alguna res.
        
        La transmisión de este mundo griego-oriental al Imperio Romano es sencilla de entender, en el sur de Italia está constatada la existencia de colonias griegas, así que Grecia hizo como conductor de toda esta vasta cultura del libro a Roma que antes de llegar a imperio ya estaba empezando a ser influenciada por Grecia al menos en lo que a las artes y literatura se refiere.

  Los romanos sacaron su lengua escrita de la influencia de las colonias griegas en el sur de la península itálica que la colonizaron alrededor del VIII a.C. como demuestran varios yacimientos griegos en las tierras italianas. Son en concreto los Etruscos los que realizan esta labor de aculturación y más tarde los propios romanos los sacan de los etruscos creando así el latín, los restos más antiguos hallados hasta la fecha del latín más arcaico corresponden a unas inscripciones que datan del siglo sexto antes de Cristo (Lionel Casson p.61). Posteriormente se han encontrado más relativas a la religión y no es hasta el 240 a.C. que se datan las primeras palabras de literatura en latín de unas interpretaciones de unas comedias y tragedias griegas. Esto fue posible por la difusión de la biblioteca de Alejandría de los textos de literatura y filosofía que hablamos anteriormente. Se dice que Roma venció a Grecia militar y tecnológicamente pero que en el campo de las artes y la literatura Grecia venció a Roma y podemos observar con estos hechos que se cumple a la perfección, la aculturación de Roma por parte de Grecia gracias a las bibliotecas, relacionado claro con el surgimiento de la escritura. Siguió con la traducción de textos griegos al latín. Como los textos aún seguían en manos de los griegos para hacerse con estas obras en latín había que acudir al sur de la península itálica y pedir los libros de las instituciones griegas, mediante este proceso comienza también la creación de bibliotecas privadas.
          
        Al principio todas las obras latinas se trataban de rituales sacerdotales o mitologías pero poco a poco al adaptar la cultura griega también adaptaron sus costumbres y sus textos, asistimos al proceso de aculturación de Roma sobre Grecia. Pasó igual que en Grecia que las familias más pudientes se hicieron poco a poco con modestas bibliotecas y eso y el imperialismo de la época ayudó a aumentar la colección de estas obras porque gracias a las guerras y a los saqueos se aumentó también el tamaño de las colecciones de libros. Fue así cómo se crearon las primeras bibliotecas en Roma, gracias a la guerra y al botín sacado de ella; cierto es que a costa de la pérdida en otras partes de estos textos pero también existían copias y ya era más fácil recuperar dónde hay o ha habido que dónde no ha habido nada.
         
         Como lugar-modelo de estas bibliotecas romanas tenemos a la conocida como “Villa de los Papiros”, esta era un réplica a pequeña escala de sus parientes de Alejandría y Pérgamo; una zona para almacenar los libros y acceso abierto a un pórtico para que los usuarios pudieran consultarlos. Y cuando iban a necesitar un libro mucho tiempo se copiaba y se enviaba, la única diferencia con las bibliotecas anteriormente expuestas es que las romanas no tenían un carácter público sino privado y solo se podía acceder a ellas a través de amistades y círculos, también por el carácter distinto de sociedad respecto a la griega en la que todos eran ciudadanos, en Roma había que tener más contacto y familia. También existían unos libreros pero poco utilizados por sus frecuentes errores y a menudo se seleccionaba el librero dónde comprar por la honradez de la persona.
            
          Una librería era básicamente un scriptorium, un establecimiento que realizaba copias, pero sin duda, el mejor lugar para comprar los libros era fuera del país, en Atenas, Rodas o cualquier gran centro griego dónde los libreros ejercieran su oficio desde hace tiempo. Todo este mundo cambia con la llegada de Julio Cesar, al parecer, tenía planes para elevar el nivel cultural de Roma  dotándola de una biblioteca pública para imitar el esplendor de otros imperios pasados. Pero Cesar no pudo completar esta obra ni casi empezarle antes de su muerte. Esta biblioteca la creó Polión y hoy día se encuentra desaparecida, se supone que ha de estar cerca del antiguo Foro y tenía dos secciones; una para las obras en griego y otra para las obras en latín; este fue el modelo básico para todas las bibliotecas posteriores que se construirán en Roma, gracias a la construcción del Imperio y el final de las guerras civiles Augusto pudo dedicarse a la ciudad de Roma construyendo una nueva biblioteca conocida como la “Biblioteca Palatina”, en cambio de la biblioteca del monte Palatino sí hay restos, los más antiguos que existen de una biblioteca pública romana.
4Foro Trajano, la biblioteca se encuentra entre la columna que hace de separador entre la parte griega y la parte latina
           
        Otra famosa biblioteca es la del Foro de Trajano que se extiende a lo largo del monte Capitolino y de aquí pertenece la famosa columna de Trajano como parte del conjunto que mandó levantar este emperador. Desgraciadamente (o afortunadamente) los restos de esta biblioteca se encuentran debajo de la avenida. Conocemos que contaba con un par de cámaras (obras griegas y latinas) y en el centro se encontraría la columna de Trajano.

    Esta sería la historia de la escritura y las bibliotecas en Roma, después de construirse estas su uso y construcción se generalizarían, adaptándose a la vida diaria romana, teniendo un espacio junto a esa sociedad hambrienta de juegos, acción y espectáculos y por fin, desprendiéndose un poco del mundo griego tal como este lo hizo del mundo oriental y creando su propio material y sus propios textos, también con la llegada del cristianismo y del final del imperio los conceptos volverán a cambiar. Para terminar con la ciudad de Roma citaré a un experto en esta materia:
 “Tuvieron que tener un horario de apertura al público, probablemente desde el alba hasta el mediodía, el horario laboral habitual del mundo griego y romano. El público al que atendían incluía a escritores, estudiosos, amantes de la literatura y del saber y similares, pero también a los escribas enviados por los usuarios de esas bibliotecas para hacer copias de ellos, y a los escribas enviados por los libreros para duplicar títulos para los clientes. Seguramente habría asistentes para buscar los libros en las estanterías; y aunque no tenemos prueba de ello, la alternativa, es decir, dejar que los propios lectores se agenciaran los libros habría sido difícil y potencialmente perjudicial. Los armarios-estantería estaban numerados, pero esa numeración ofrecía una clave demasiado general sobre la localización de una obra, ya que cada armario contenía varios cientos de rollos apilados unos encima de otros en los estantes. Estaban colocados siguiendo algún orden o criterio, probablemente según el sistema utilizado en las bibliotecas griegas, pero aún así, para localizar un determinado título y extraerlo de entre toda una pila de rollos hacía falta alguien experto en el manejo de los rollos de papiro“. (Lionel Casson 2002)

  Por último añadir que ya se constata la existencia del préstamo como algo aceptado.
            En cuanto a la escritura fuera de la península itálica y su desarrollo podemos concluir que gracias a los grafitos dejados por algunas personas su nivel de cultura era medio, fruto de una educación y hay ejemplos como el ABC de los niños para practicar lo aprendido y poemas de Virgilio y otros grandes autores. Proclamas al amor, a la guerra, a los sentidos…la forma más habitual de enseñanza era mediante un maestro y la forma más habitual de escritura de los apuntes, o de las clases era con la utilización de tablillas de cera, el “papel-borrador” de los romanos igual que la ostraka para los griegos.
         
         Dejando ya el Mundo Antiguo y adentrándonos en la época medieval, el paso del rollo al códice se explica por las ventajas que otorgaba este segundo, por ejemplo era mucho más manejable y versátil ya que se podían localizar más fácilmente los fragmentos de la obra y se podía escribir tanto por delante como por detrás de la hoja. El codex  con la misma forma y aspecto que el libro moderno ya ha sustituido al rollo y es básicamente de pergamino. El rollo aunque continuó utilizándose para algunos documentos el códice se impuso en la literatura, estudios, manuales…etc. Textos destinados a las bibliotecas. Poco a poco se va imponiendo el códice desde el siglo II d.C. aunque antes había una forma similar que eran las tablillas juntas cuyo aspecto nos recuerdan a un cuaderno moderno.
Y aquí terminamos nuestro viaje, después de alumbrar un poco sobre la escritura en el Mundo Antiguo en el Mediterráneo y aprender que es para lo que estamos.

Bibliografía:
Ana R. Mayorgas La arqueología de la palabra: oralidad y escritura en el Mundo Antiguo. Editorial: Bellaterra Arqueología (2010).
Guglielmo Cavallo y Roger Chartier (coord.) Historia de la lectura en el mundo Occidental Editorial: Taurus (1997)
Lionel Casson Libraries in the Ancient World Editorial: Yale Univers